En nuestro centro, hacemos una clara diferencia entre un dador de flores y un Terapeuta Floral, el primero es aquel que conoce el sistema del Dr. Bach y puede prescribir una esencia, el segundo es aquel capaz de gestionar, acompañar y facilitar un proceso terapéutico basado en la filosofía del Dr. Bach, la prescripción de esencias y en el enfoque de la terapia floral.

Formamos Terapeutas Florales con fortalezas teóricas y técnicas capaces de desarrollar pensamiento y sensibilidad floral que le permitan tener un acercamiento claro y preciso hacia el consultante, con un manejo sólido en habilidades de entrevista clínica e intervenciones verbales terapéuticas y con información clave para poder discernir sobre la oportuna derivación de casos a otras disciplinas vibracionales y alópatas.

Asimismo, la formación contiene herramientas del ámbito de la filosofía yóguica y meditaciones que potencian el trabajo personal y a su vez el trabajo terapéutico con sus futuros consultantes. Cada estado floral va apoyado con meditaciones de kundalini yoga, para fortalecer y potenciar la sanación.

Nuestros Terapeutas Florales inician un proceso de transformación y sanación personal que se logra por medio del autotratamiento y la permanente revisión de sí mismos, en el entendido de que para ayudar a otros se ha de recorrer el propio camino de sanación, el que se convierte en una ruta de vida que le permitirá continuar abierto a todo el aprendizaje que sea beneficioso para su constante progreso como persona y como terapeuta.